El presidente de ANFAC, José Vicente de los Mozos, y la Junta Directiva de la asociación mantuvieron una reunión el pasado 2 de marzo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera; la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; y el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, para presentarles la hoja de ruta diseñada por la asociación para plantar cara a la “mayor transformación” que ha sufrido el sector en su historia.

Su plan “Automoción 2020-40 - Liderando la movilidad sostenible” traza la estrategia y las acciones que llevarán a la industria de la automoción en España a mantener y liderar la fabricación y venta de vehículos en Europa, adaptando e impulsando el negocio y el empleo de calidad hacia una industria de la movilidad, y cumpliendo con su compromiso de descarbonización del parque, en línea con los objetivos de la Unión Europea.

Esta primera reunión con el Gobierno es fundamental, según el presidente de ANFAC, “para el trabajo conjunto y la colaboración de todas las partes con el propósito de diseñar un marco estratégico para el desarrollo de la nueva movilidad en España, que nos permita cumplir los objetivos de descarbonización del parque, con los que estamos plenamente comprometidos, a la vez que impulsamos el país como polo de atracción de nuevas inversiones y adjudicaciones de modelos y tecnologías de futuro a nuestras fábricas”.

Además de orientar los pasos de la industria de la automoción de cara a 2040, este Plan Estratégico busca convertirse en un “proyecto país” que involucre a todos los agentes de la cadena de valor, a todo el ecosistema, a la Administración y al conjunto de la sociedad española en una “definición clara, homogénea y estable de la movilidad que quieren para España. Una movilidad inteligente, eficiente, accesible y asequible”, afirmó José Vicente de los Mozos.

Un ecosistema y una transformación que incrementará sustancialmente el valor de la industria de la movilidad en España hasta los 310.000 millones de euros de facturación, a la vez que garantiza el cumplimiento de los objetivos de descarbonización del parque hacia una movilidad cero emisiones. Este impulso supondrá, según la patronal, la creación de hasta 1,5 millones de puestos de trabajo en el conjunto de una nueva y ampliada cadena de valor, en la que la fabricación de vehículos se acompañará por nuevos servicios de movilidad tales como la conducción compartida o autónoma, la gestión de datos o nuevos componentes de software, entre otros. Todo ello incrementará la aportación del sector al PIB entre un 7% y un 12% anual adicional, según los cálculos realizados por KPMG, que ha colaborado en el informe. Y para captar este valor, es imprescindible la colaboración con la Administración.

“España debe no sólo retener capacidad productiva sino atraer inversión nueva y generar empleo de calidad. Las adjudicaciones de 2025 se están decidiendo hoy y España está compitiendo con otros países y fábricas de nuestro entorno para conseguirlas. No tenemos el efecto sede y, por lo tanto, hemos de ser mucho más competitivos. España necesita ser un polo de atracción, a través de la colaboración público-privada y el estímulo a las inversiones, y para ello es preciso crear un marco positivo, atractivo e innovador que permita a la industria ser reconocida internacionalmente haciéndola atractiva ante las casas matrices, con medidas a corto y largo plazo. Ofrecemos ese marco con esta propuesta y queremos trabajar codo con codo con el Gobierno”, detalló José Vicente de los Mozos.

En este contexto, el Plan marca una hoja de ruta, definida por cuatro fases o hitos en función del horizonte temporal. De manera inmediata, recoge el plan, “es necesario generar mensajes positivos de certidumbre respecto al futuro de la automoción que atraigan inversiones y potencien el mercado interior”.

El primer paso ha sido presentarlo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para contar, según ANFAC, “con su apoyo y colaboración en la reducción de la incertidumbre, que afecta gravemente al mercado y a la renovación del parque, y en la puesta en marcha de las primeras medidas que el sector necesita a corto plazo, como son el refuerzo de una política industrial que apoye la inversión y la flexibilidad laboral; el apoyo decidido a la electromovilidad; una nueva fiscalidad para el automóvil acorde con el desarrollo esperado del sector, y el fomento de la renovación del parque. Todas ellas, a su vez, insertadas en un marco coherente de actuaciones a medio y largo plazo basadas en la innovación, descarbonización e inversión”.