Schaeffler acaba de destruir unos 30.000 productos falsificados con un peso total de diez toneladas en las instalaciones de la empresa Riwald Recycling Franken en Schweinfurt-Sennfeld. En la primera fase del proceso de destrucción, los productos sufrieron daños de tanta gravedad que su posterior uso resulta imposible, por lo que la chatarra se compactará y luego se fundirá en una acería. De este modo, el acero en sí volverá al circuito de reciclaje.

“Los productos falsificados son un gran riesgo para la seguridad tanto de las personas, como de las máquinas”, ha declarado Edgar Duschl, Senior Vice President Intellectual Property en Schaeffler. “Un rodamiento defectuoso puede comportar la necesidad de un mantenimiento prematuro, tiempos de inactividad de la máquina y, por consiguiente, enormes costes para el operador o incluso ocasionar un fallo total repentino o, peor aún, un accidente con daños personales”.

Para Schaeffler, los aspectos de seguridad constituyen la motivación más importante para luchar contra los productos falsificados. “Nuestros clientes han de poder confiar en todo momento en los más altos niveles de calidad que Schaeffler siempre ha defendido, defiende y defenderá en el futuro”, añade Edgar Duschl. Por tanto, ante cualquier sospecha, es importante hacer un seguimiento.

El Equipo de Protección de Marcas de Schaeffler investiga cada uno de los casos de falsificación, sin excepciones. “En primer lugar, existe la amenaza de posibles demandas civiles de cese y desistimiento, daños y perjuicios, y la entrega de las falsificaciones para su destrucción. En segundo lugar, también está la amenaza de un proceso penal, que puede acarrear una multa o una pena privativa de libertad”, concluye Edgar Duschl.

Los rodamientos falsificados proceden de todo el mundo. Si a un distribuidor o cliente se le ofrece un producto sospechoso, por ejemplo, de las marcas INA, LuK o FAG, la sospecha inicial se puede comprobar directamente con la app de Schaeffler “OriginCheck”. De este modo, es posible escanear el código del producto con un smartphone y así compararlo con los números de identificación correspondientes del producto de Schaeffler. También puede enviar fotos de los productos sospechosos al Equipo de Protección de Marcas.

Asimismo, Schaeffler cuenta con una red internacional de distribuidores autorizados que figuran en la página web de la compañía, que venderán siempre productos originales a los clientes. “En nuestra opinión, es importante concienciar sobre este tema a todos los participantes a lo largo de la cadena de valor añadido, incluyendo a los distribuidores, los talleres de reparación y los clientes finales”, explica, por su parte, Martin Rügemer, del Equipo de Protección de Marcas de Schaeffler, que viaja por todo el mundo para asesorar a los distribuidores e impartir cursos de formación.

Una vez descubiertos, los rodamientos falsificados se incautan 'in situ' y se guardan como prueba hasta la conclusión del procedimiento en curso. En muchos casos, los productos falsificados se destruyen posteriormente a nivel local. Los productos falsificados destruidos en Schweinfurt proceden principalmente de investigaciones realizadas en Europa durante los últimos dos años y medio.

La VDMA, la asociación alemana de los fabricantes de máquinas y equipos, estima que los daños causados a las empresas alemanas por la piratería de productos suponen unos 6.400 millones de euros anuales.