El Congreso de los Diputados acogió, el pasado noviembre, la Jornada-debate “El futuro de los coches en España”, organizada por la Federación Europea Transport and Environment (T&E) y en la que participó como ponente José Portilla, director general de Sernauto, quien aportó el punto de vista de los fabricantes de equipos y componentes de automoción.

El encuentro se dividió en tres partes. Durante la mesa introductoria participaron Silvia Bartolini, miembro de gabinete en la Comisión Europea, DG Acción por el Clima y Energía; y Juan José Cano, socio responsable de mercados en KPMG España, quien presentó las conclusiones de la Agenda Sectorial de la Industria de Automoción.

La segunda mesa contó con representantes de las partes interesadas, en la que José Portilla aportó la visión de los fabricantes de equipos y componentes para automoción ante los retos que se presentan en los próximos años. La creciente demanda de vehículos más eficientes, menos contaminantes, más seguros, comunicados y autónomos representa, para las empresas del sector, una oportunidad para desarrollar componentes para sistemas alternativos de propulsión, nuevos materiales y diseños para el aligeramiento del vehículo, tecnologías para mejorar la seguridad y la conectividad del vehículo con su entorno y para incrementar su grado de automatización, contribuyendo, con ello, a mejorar la calidad del aire y facilitar la movilidad.

Desde Sernauto se aboga por políticas basadas en el principio de neutralidad tecnológica y en criterios de eficiencia, pues ambos aspectos son esenciales para mantener el liderazgo de la industria europea de automoción. Además, el director general afirmó que “el objetivo no puede ser electrificar, sino que debe ser descarbonizar. Los objetivos establecidos en el Acuerdo de París sólo podrán alcanzarse con la utilización avanzada e inteligente de tecnologías híbridas en todas sus formas, no únicamente con electrificación”.

Por su parte, Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de ANFAC, hizo hincapié en el impulso político que necesita España en el sector del transporte, donde es fundamental los esquemas de colaboración público-privada y es necesario un pacto de la industria para la movilidad inteligente. Además, señaló que la Unión Europea cuenta con el entorno regulatorio más exigente del mundo en lo que a emisiones se refiere, un entorno donde el impacto medioambiental en el transporte es debido, fundamentalmente, al envejecimiento del parque ya que la media de antigüedad de los coches ha subido a los 12 años y a 12,5 en vehículos comerciales ligeros.

Arturo Pérez de Lucía, director gerente de la Asociación para el Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive), mostró cómo la electrificación del transporte y la edificación son claves para los objetivos de descarbonización de forma eficiente. En esta misma línea, Francisco Laverón, responsable de Prospectiva Energética de Iberdrola, reflexionó sobre la movilidad eléctrica, argumentando que los objetivos de política climática y el Acuerdo de París son alcanzables. La revolución tecnológica está modificando rápidamente nuestra visión del futuro, pero, en su opinión, se necesita un claro compromiso político para eliminar o, al menos, reducir las barreras que existen actualmente.

Por su parte, Ana Etchenique, vicepresidenta de CECU (Confederación de Consumidores y Usuarios), abogó por un cambio cultural urgente. A la hora de hablar de movilidad, planteó la importancia la protección de datos, la eficiencia energética y el coche compartido como solución de movilidad. Apuntando, además, la importancia de enfocar sistemáticamente los grandes problemas con las grandes soluciones de manera transversal.

También se celebró una última mesa con diputados de los diferentes grupos parlamentarios, en la que participaron Tristana Moraleja, del Grupo Parlamentario Popular; Patricia Blánquez, del Grupo Parlamentario Socialista; Rosa Martínez, del Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea; y Rodrigo Gómez, del Grupo Parlamentario Ciudadanos.