Llega en apenas unas semanas el invierno y con él las bajas temperaturas, lluvias, nieve y condiciones climatológicas que incrementan los posibles peligros en la conducción.

Sixt, empresa premium de alquiler de coches, aconseja revisar el vehículo de cara a la estación más fría para aumentar la seguridad al volante y también la tranquilidad del conductor.

* Revisión mecánica. Siempre es importante que nuestro vehículo cuente con una correcta puesta a punto, pero todavía más en invierno, ya que una avería en carretera puede resultar más problemática bajo condiciones climatológicas adversas.
* Neumáticos. Revisar el estado de los neumáticos (profundidad del dibujo, abultamientos, cortes, etc.) y las presiones. En condiciones de baja adherencia y temperatura reducida un neumático en buen estado puede ser la diferencia entre sufrir o no un accidente.
* Luces. Otro punto habitual en las revisiones periódicas y que toma más importancia de lo normal en invierno. No sólo necesitamos ver correctamente, también ser vistos y debemos tener en cuenta que la visibilidad en ciertos momentos puede ser reducida, por lo que un equipo de luces en perfecto estado de funcionamiento puede ser vital.
* Limpiaparabrisas. Las escobillas del limpiaparabrisas suelen ser las grandes olvidadas durante la época estival y nos acordamos de ellas justo cuando llega el mal tiempo y necesitamos sus servicios. Unas escobillas en buen estado no sólo aportan seguridad en caso de lluvia, también con nieve, escarcha o para retirar la suciedad de la carretera que los coches que nos preceden proyectan hacia nuestro parabrisas.
* Equipamiento específico. Además de una correcta puesta a punto del vehículo no está de más incluir una serie de sencillos y económicos accesorios para pasar el invierno con garantías.
o Rascador para cristales. Muy práctico si se aparca el coche en la calle. Protege las escobillas del limpiaparabrisas y nos facilita la labor de eliminar el hielo o la escarcha de los cristales.
o Cadenas. Imprescindibles incluso rodando sólo por ciudad (a no ser que se utilicen neumáticos de invierno) para evitar problemas en caso de fuertes nevadas.
o Guantes. Para protegernos las manos del frío y posibles daños en caso de avería o si necesitamos colocar las cadenas.
o Manta térmica. En caso de avería mecánica que obligue a parar el motor no funcionará la calefacción del coche y con una manta térmica podemos mantener la temperatura corporal y protegernos del frío hasta que llegue la asistencia. También es válida para protegernos las rodillas de la humedad en caso de necesitar arrodillarnos para cambiar una rueda o poner las cadenas.