Olipes ha sido preseleccionado como finalista en la categoría “Fabricantes de componentes” de los Premios “Compromiso Social en la Posventa”, promovidos por Sernauto y Ancera en colaboración con Motortec Madrid, que se darán a conocer el 16 de diciembre. Dentro de su estrategia de responsabilidad social corporativa, la compañía lleva a cabo diferentes políticas proactivas entre las que se encuentra la cooperación para la ayuda a la infancia.

A través de la Fundación Abriendo Caminos, Olipes aporta cada año hasta el 10% de sus beneficios a planes de mejora sanitaria, integración social, educación y formación a niños y jóvenes en riesgo de exclusión social. La Fundación Abriendo Caminos, fundada en 2009 por Arturo Oliver, es una organización privada sin ánimo de lucro, de nacionalidad española, que tiene afectado de modo duradero su patrimonio para la realización de proyectos de interés general.

Entre otros, destaca su Escuela Internacional en Pouma, población en el ámbito rural de Camerún. Este es un enclave con un enorme déficit de escolarización y donde las familias disponen de muy escasos recursos económicos. Gracias al sistema de becas implantado, cualquier niño de este pequeño pueblo puede acceder a una educación de calidad. Esta se basa en un sistema innovador y globalizado que hace hincapié en el trabajo cooperativo, y donde además se aprenden tres lenguas: francés, inglés y español. Hoy, en su cuarto curso operativo, el colegio dispone de 223 alumnos matriculados, distribuidos en tres grupos de educación infantil y cinco de primaria. Los planes de desarrollo del centro, donde hay 21 trabajadores locales, pasan por abrir aulas de educación secundaria en el año 2023 y alcanzar un total de 600 alumnos matriculados.

Además de las actividades puramente educativas, en esta Escuela Internacional de Pouma también se presta una especial atención al bienestar general de los alumnos. Desde el mes de noviembre se ha puesto en marcha una campaña bucodental, donde una enfermera local explica a padres y alumnos la importancia de mantener una correcta higiene dental y los provee del material adecuado para lograrla. También se ha puesto en marcha un gran huerto escolar, donde los estudiantes experimentan el cultivo de frutas y verduras, se fomenta el respeto y el cuidado del medio ambiente, y lo cosechado se destina al autoconsumo de la comunidad educativa y de la población local.

Según explica Arturo Oliver, fundador de Olipes y presidente de la Fundación Abriendo Caminos, “el colegio nació con una educación y un sistema distinto del que hay en Camerún: aplicamos la metodología de Europa, con la ayuda de la institución educativa Gredos San Diego (GSD). Hemos empezado a educar desde infantil hasta primaria y todavía tenemos aulas vacías: son las destinadas a la educación secundaria, nivel que se empezará a impartir en dos años, y así, poco a poco, completar las 600 plazas de capacidad con la que fue creado el colegio”.