Con la llegada del buen tiempo de la primavera, muchos moteros aprovechan el sol, las temperaturas agradables y el mayor número de horas de luz para realizar grandes rutas por carretera. Por ello, Euromaster identifica las cinco averías más graves y caras que puede tener una moto, recomendando el mantenimiento preventivo de este vehículo y realizando la sustitución de los filtros, del anticongelante, de las bujías, del engrase de la cadena y un completo diagnóstico electrónico.

Rotura del motor, hasta 6.000 euros

Muchas de estas averías costosas se pueden evitar revisando previamente algunos elementos muy sencillos y baratos de mantener. De hecho, la primera de las averías más graves y costosas que implica la rotura del motor de la moto, cuya sustitución íntegra, según modelos, puede implicar el desembolso de hasta 6.000 euros, tiene su origen en un filtro de aire obstruido (cuyo cambio y revisión oscila entre los 20 y los 60 euros) o en la falta de aceite (una tarea cuyo coste suele oscilar entre los 30 y los 100 euros, según el modelo de motocicleta).

Además de un filtro de aire obstruido y de la falta de aceite, el motor puede fallar por diversos motivos, entre los que destacan la falta de líquido refrigerante (cuyo cambio puede oscilar entre los 20 y los 40 euros) o bien debido a unas bujías en mal estado (su sustitución implica un coste de entre 125 y 200 euros).

Sustitución del kit completo de la bomba de gasolina, hasta 1.000 euros

La bomba de combustible es una de las partes en una moto cuya sustitución puede implicar un mayor gasto económico para el motorista, pues el coste puede variar entre los 30 y los 1.000 euros, según la marca y el modelo. Los síntomas habituales de una bomba de gasolina defectuosa son: la dificultad para arrancar la moto (o que no arranque directamente), pérdida de potencia, tirones mientras se va circulando, ruidos anómalos similares a un silbido provenientes del depósito de combustible, ralentí inestable y un motor que se revoluciona.

Sustitución de la centralita electrónica, hasta 500 euros

Otra avería frecuente y grave que suelen tener las motos es la sustitución de la centralita electrónica, el lugar desde donde se gestiona el óptimo funcionamiento de la mayoría de las partes mecánicas de una moto. Algunos de los síntomas más habituales por los que la centralita está fallando son un consumo irregular de combustible, otros fallos en el resto de sistemas electrónicos, luces que se encienden y apagan aleatoriamente, dificultades para arrancar la moto, “explosiones” demasiado fuertes del motor al reducir de marchas y pérdida ostensible de potencia durante un viaje. En caso de que sea necesario sustituir la centralita electrónica deteriorada por una nueva, el desembolso económico varía entre los 80 y los 500 euros.

Sustitución del kit completo del embrague, hasta 500 euros

Un problema común de las motos es la sustitución del embrague, un elemento que empieza a dar síntomas de mal funcionamiento en casos tan habituales como los siguientes: pérdida de potencia al acelerar, ruidos extraños al cambiar de marcha, dificultad para cambiar de marcha y, en algunos casos, olor a quemado. De esta forma, si fuera necesario sustituir el kit completo del embrague, su precio puede variar entre los 200 y los 500 euros.

Sustitución de la cadena de la transmisión, hasta 400 euros

La rotura de la cadena de las motos que llevan este tipo de transmisión es otra de las averías más graves y caras. Este elemento técnico es común sobre todo en motos de gran cilindrada, las más usadas para hacer largas rutas con el buen tiempo. Dentro de la transmisión por cadena, tanto la cadena como los piñones de la moto se desgastan con el uso, pero su desgaste será prematuro si no está bien engrasada. En este caso, se recomienda engrasar cada 300-500 km y tenerla siempre limpia, sobre todo tras circular varios kilómetros con lluvia. En el caso de que se acumule suciedad, arena o tierra puede quedar en su superficie una especie de pasta que puede llegar a dañar todo el kit de transmisión. Aquí, la sustitución de este sistema implica un coste económico que varía entre los 100 y los 400 euros.