Durante los últimos años, estamos asistiendo a un contexto de cambio continuo en el que resulta más necesario que nunca anticiparnos a las tendencias de futuro para decidir hacia dónde encaminamos nuestros próximos pasos. Para capacitarnos y afrontar estos retos de manera optimista, intuitiva y rápida, podemos recurrir a términos como VUCA o BANI, conceptos que han ayudado a analizar los cambios de tendencia motivados por crisis mundiales de distinta índole.

El término VUCA, por ejemplo, se remonta a finales de los años 90 en la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos, un concepto que pretendía describir la situación mundial tras el final de la Guerra Fría. Sin embargo, con el paso del tiempo, el término ha comenzado a aplicarse dentro de la estrategia empresarial para describir determinadas condiciones y situaciones del entorno y, actualmente, podemos aplicar el término VUCA en sectores como la automoción.

Se trata de una industria muy cambiante en la que conceptos como la ocupación de los talleres, la eficiencia en las intervenciones y la rentabilidad de las reparaciones se han empezado a quedar obsoletos, aunque todavía no se han abandonado. El futuro nos plantea ciertas incógnitas que debemos comprender e intuir para dar una respuesta eficaz ante la irrupción de nuevos perfiles de clientes, la llegada de nuevos vehículos y la aplicación de nuevas tecnologías que inducirán, inevitablemente, cambios sobre la normativa.

En concreto, el término alude a la Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad del entorno; es decir, a las condiciones que se producen ante este nuevo contexto. La aparición de nuevos productos y servicios y la irrupción de innovadoras tendencias conduce a la toma de decisiones de futuro sobre el funcionamiento del negocio. Con tantos frentes abiertos, la probabilidad de que se nos escape algún factor importante es alta y, por tanto, nos vemos abocados a vivir momentos de incertidumbre que, ciertamente, serán complejos y ambiguos.

Por tanto, el concepto VUCA hace referencia a todos aquellos factores y condiciones del entorno directo del negocio, acercándonos ventajas antes de adoptar una decisión. Desde la anticipación a los retos planteando soluciones factibles, analizando las consecuencias de las acciones que emprendamos, preparándonos para afrontar los desafíos que se nos presenten y aprovechando las nuevas oportunidades. En conclusión, este término será un buen aliado, siempre y cuando seamos capaces de realizar una buena planificación estratégica. Adaptándonos a los cambios del entorno de forma optimista, rápida e intuitiva. Discerniendo entre lo importante y lo urgente para, en ningún caso, perder las riendas de nuestra empresa.

Ante un entorno difícil de predecir, también surge el término BANI que trata de acercarnos a la comprensión del entorno, ayudándonos a intuir situaciones caóticas, impredecibles e incomprensibles. El término resume el contexto en el que nos movemos aludiendo a Brittle, Anxious, No lineal, Incomprehensible. En este entorno, el enfoque pasa por capacitar a las personas para que puedan afrontar las adversidades con optimismo y renovación constante, siendo líderes de nuestra organización y del futuro.