Bridgestone y EVBox han establecido una nueva colaboración a largo plazo con el fin de ampliar la infraestructura de recarga en Europa con la instalación de hasta 3.500 nuevos puntos de recarga en la red europea minorista y de servicios de Bridgestone, que incluye marcas como Speedy y First Stop. El proyecto, que tiene una duración de cinco años, forma parte del compromiso de Bridgestone de ayudar a dar forma a un futuro sostenible de la movilidad, comenzando en Francia e Italia y ampliándose más tarde a Reino Unido, Alemania, Polonia, España y otros países europeos.

La nueva red de recarga de Bridgestone consistirá en estaciones de recarga, normales y rápidas, instaladas en ubicaciones estratégicas y será accesible para todos los conductores de vehículos eléctricos, tanto particulares como de flotas. Se instalarán puntos de recarga rápida en rutas con grandes volúmenes de tráfico para que los conductores puedan recargar de forma rápida estando en ruta. Dicha colaboración será propiciada gracias a TSG, especialista europeo en servicios técnicos para soluciones de movilidad y socio de EVBox, que tendrá un papel de liderazgo en el diseño, instalación y mantenimiento de las infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos en toda la red europea minorista y de servicios de Bridgestone.

Gracias a la colaboración entre Bridgestone y EVBox, los conductores de vehículos eléctricos y las flotas tendrán acceso a una red de recarga pública de más de 130.000 puntos, así como 3.500 nuevos puntos de recarga a través de una única solución para pagos y facturación: una exclusiva tarjeta o una app de móvil, gracias al software de gestión de recargas de EVBox. La red minorista de Bridgestone también ofrecerá a los conductores de vehículos eléctricos la oportunidad de adquirir e instalar estaciones de recarga para dichos vehículos en sus propios hogares.

Bridgestone considera a los vehículos eléctricos como una gran oportunidad para reducir las emisiones de CO2 y hacer que la movilidad sea más sostenible desde el punto de vista medioambiental, previendo que en el año 2025 el 20% de las ventas de automóviles nuevos en Europa sean de vehículos eléctricos. Sin embargo, para llegar a un futuro completamente eléctrico aún quedan muchas barreras que superar: el estudio anual de Bridgestone sobre el uso de vehículos eléctricos en Europa recoge que el 50% de los encuestados no considera adquirir un vehículo eléctrico por una infraestructura de recarga insuficiente.

Este desafío está siendo abordado por el paquete de medidas de la UE conocido como “Objetivo 55”, que exige a los países miembros que amplíen la capacidad de recarga en consonancia con las ventas previstas de automóviles cero emisiones, y que instalen, a intervalos regulares, puntos de recarga y repostaje en las principales carreteras (cada 60 kilómetros para recarga eléctrica y cada 150 kilómetros para hidrógeno).