Siete de cada diez españoles están pudiendo hacer frente a las facturas y un 85% lo propio con básicos como la alimentación en un momento de salida de pandemia, entrada de inflación y una guerra de por medio. En cambio, gastos grandes que impliquen un medio o largo plazo los ven con cautela o, directamente, imposibles de afrontar, como un coche nuevo. En este sentido, un 55% cree que no podría asumir en este momento la compra de un vehículo y un 31%, si bien podría, no se quiere arriesgar, según el informe “Global Issues Barometer” de Kantar Insights.

El informe, que analiza un total de 18 países de todo el mundo, concluye que los españoles no ven ahora más allá del corto plazo y, ahora mismo, sus principales expectativas, más allá de que concluya la guerra, están en irse de vacaciones y volver a celebrar eventos de vida (bodas y otras celebraciones), aspectos pospuestos por la pandemia.

Sin embargo, con el paso de los meses irán cambiando hábitos de consumo, más ajustados al momento actual. En concreto, cuatro de cada diez españoles ha hecho o hará cambios en su economía doméstica para reducir gastos, mientras que una tercera parte modificará comportamientos que impliquen un respiro para la cartera, como hacer menos kilómetros con el coche y ahorrar en el gasto en gasolineras.

Además, uno de cada cuatro pondrá límites a ese dinero ahorrado, que ha sido uno de los comportamientos más recurrentes durante la pandemia. La tasa de ahorro en 2020 alcanzó el 15% de la renta disponible, según el INE.

Igualmente, el informe de Kantar pone de relieve cómo la anterior preocupación por la pandemia se está disipando pero, en cambio, se está desplazando paulatinamente a los precios. Solo un 38% de españoles aún se muestra en alerta con el Covid-19, mientras que ya la mitad lo está por la inflación. Un 68% de consumidores afirma que los precios están subiendo de manera muy aguda, frente a los alemanes (59%), Francia (49%) y Reino Unido (48%).

Por otro lado, el informe analiza en qué posición queda el cambio climático dentro de este contexto de triple crisis. La conclusión es que continúa sin ser percibido como una emergencia inmediata, como sí ocurre con la guerra, la economía o la pandemia. Un 20% de españoles cita los problemas ambientales como una de las grandes preocupaciones. Este dato nos sitúa lejos de países como Francia o Alemania, donde alrededor de una tercera parte de la población se muestra muy sensible respecto a esta cuestión.

No obstante, los españoles poco a poco van desarrollando acciones en pro de la sostenibilidad. Por ejemplo, un 47% afirma que ha dejado de comprar ciertos productos o servicios por su impacto ambiental o social. Y un porcentaje parecido afirma buscar empresas y marcas que compensen su impacto con acciones sostenibles (como plantar árboles). Según Kantar, los españoles están supeditando la sostenibilidad al bolsillo, de modo que dos de cada tres consumidores afirman querer comprar productos sostenibles pero las marcas deben hacerlos más asequibles para sus economías.