Para la lubricación de los ejes, los bujes de rueda, los extremos de las barras de acoplamiento, las rótulas, las juntas en U y los ejes de los brazos de control de vehículos industriales, Olipes ha creado Maxigras Complex EP, una grasa consistente de color azul clasificada por la Asociación Americana de Fabricantes de Grasas Lubricantes (NLGI) bajo los estándares GC-LB.

“Para las empresas de transporte es esencial que los vehículos pesados mantengan un funcionamiento eficiente durante todo el año. Los gestores de las flotas saben que es vital garantizar el mayor rendimiento del vehículo en todo momento, y así optimizar la eficiencia, la rentabilidad y la competitividad de su negocio. Y, para ello, la grasa lubricante es un componente clave, y más cuando se trabaja en condiciones ambientales tan duras como las que se dan en invierno, donde se requieren grasas que soporten fuertes cargas y ofrezcan una excelente fluencia en frío”, explica Fernando Díaz, codirector general ejecutivo de Olipes.

Hay tres aspectos muy valorados por los propietarios de flotas, según la compañía, que distinguen a Maxigras Complex EP de las grasas líticas convencionales:

1. Consigue reducir la frecuencia de lubricación hasta en un 80% gracias a su resistencia y estabilidad a altas temperaturas, sin perder sus propiedades.
2. Protege del agua y otros contaminantes externos gracias a su resistencia al lavado al agua y a su elevada consistencia.
3. Reduce el consumo de energía gracias a su facilidad a la fluencia en frío, permitiendo bajos pares de arranque.

Debido a sus propiedades, Maxigras Complex EP, desarrollada en colaboración con los principales fabricantes de rodamientos para su aplicación en vehículos industriales, asegura un mantenimiento económico mediante la reducción de los costes por intervenciones mecánicas o de lubricación, así como una elevada protección y duración en servicio, incluso en ambientes muy agresivos y a temperaturas de funcionamiento de entre -30ºC y +160ºC, con puntas de +180ºC.

“Maxigras Complex EP es una grasa idónea para los vehículos de transporte por su excelente rendimiento en los bujes de las ruedas y los frenos eléctricos, entre otros, lo que permite realizar más de 100.000 km sin reengrasar en vehículos de obra y hasta 300.000 km en vehículos de largo recorrido”, añade Fernando Díaz. “Su aplicación en elementos mecánicos que operan a elevada temperatura, cojinetes planos y antifricción, levas, guías y elementos de deslizamiento lento que requieren una gran adherencia a alta temperatura, optimiza su funcionamiento y cuidado prolongando su vida útil”.