Llevar el placer de conducir hasta los límites físicos es la misión del Grupo BMW con su nuevo vehículo de pruebas de altas prestaciones: el BMW Vision Driving Experience. Este vehículo no está destinado a la producción en serie, sino que sirve como banco de pruebas rodante para la tecnología de gestión del tren motriz y la dinámica de conducción desarrollada especialmente para la próxima generación de vehículos BMW- y a la que BMW se refiere como el “Heart of Joy”.

El primer modelo eléctrico de la nueva generación de vehículos entrará en producción en serie a finales de este año en la planta húngara de Debrecen.

La unidad de control Heart of Joy para las subfunciones de transmisión, frenos, carga, recuperación y dirección procesa la información diez veces más rápido que los sistemas anteriores. Trabajando en tándem con el software BMW Dynamic Performance Control, el Heart of Joy calcula todas las funciones de dinámica de conducción con un nuevo nivel de velocidad y precisión. La unidad de control se ha desarrollado íntegramente en la propia empresa, sobre la base de la experiencia en el campo de la dinámica de conducción acumulada por los ingenieros de BMW a lo largo de más de un siglo.

La recuperación de energía al frenar hace que las funciones de transmisión y frenado de los vehículos eléctricos formen una simbiosis. El Heart of Joy es una de las cuatro unidades centrales de control y combina por primera vez funciones de transmisión y dinámica de conducción. La unidad de alto rendimiento controla la aceleración y el frenado, la estabilización del vehículo, las funciones de dirección y la gestión de la carga. La unidad central de procesamiento y el software BMW Dynamic Performance Control, de desarrollo propio y perfectamente coordinado, permiten que todos los actuadores conectados respondan directamente y con un retardo mínimo: las latencias se sitúan en el rango de los milisegundos. Por el contrario, los sistemas convencionales tienen algoritmos de control separados para el sistema de propulsión y los frenos. Esto significa que no se puede aprovechar todo el potencial de maniobrabilidad de los vehículos con potentes sistemas de propulsión eléctrica.

El conductor y los pasajeros experimentan una sensación de conducción armoniosa y silenciosa, independientemente de la situación y de la velocidad a la que circulen. En situaciones de conducción dinámica, la nueva combinación Heart of Joy / BMW Dynamic Performance Control proporciona un aplomo en curvas y una seguridad sin igual. El coche genera una tracción impresionante y puede trazar las curvas con una precisión excepcional. Se requieren menos controles y la trayectoria del coche se mantiene con mayor precisión y estabilidad. Esto ayuda al coche a desarrollar un comportamiento consistente y reproducible en las curvas y permite dirigirlo de forma más intuitiva y suave. A bajas velocidades, como en la conducción stop-start o al aparcar, las transmisiones directas de señales y el rápido procesamiento de la información garantizan una experiencia de conducción aún más convincente. En los modos de conducción D o B, o cuando se utiliza el Control de Crucero Activo, el freno de estacionamiento o el bloqueo de estacionamiento, la parada y el rearranque se funden perfectamente entre sí.

Además, el control integrado de la transmisión, el frenado y la recuperación de energía permite utilizar la energía de forma más eficiente. El 98% de los conductores no necesitan realizar ninguna intervención con los frenos convencionales. La potencia de frenado generada mediante la recuperación de energía es suficiente para la conducción diaria normal. Sólo en frenadas bruscas, por ejemplo, en situaciones de emergencia, es necesaria la intervención de los frenos de fricción. En total, este sistema aumenta la eficiencia hasta en un 25%.

Cuatro súper cerebros totalmente nuevos trabajarán en el BMW del futuro. Estos ordenadores de alto rendimiento combinan inteligentemente diversos elementos que antes funcionaban por separado. El primero se encarga del Heart of Joy y está desarrollado íntegramente dentro de la empresa. Permite reunir cuatro importantes unidades de control en un único ordenador de alto rendimiento. Los otros tres súper cerebros se encargan de funciones como la conducción automatizada, el infoentretenimiento y funciones básicas como el climatizador y los sistemas de mejora del confort, el acceso al vehículo y la iluminación interior y exterior.