Muchos son los conductores que deciden pasar por el taller antes de llevar su vehículo a la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Los servicios pre-ITV han crecido de forma exponencial desde la pandemia, tal y como se constata desde Norauto. Por un lado, hay que tener en cuenta todos aquellos automóviles que no pudieron pasar la ITV por el Estado de Alarma y los cambios de plazos que se han originado por ello. Por otro, la confianza cada vez mayor de los conductores en que esta revisión previa sea realizada por un profesional de la mecánica que garantice un resultado satisfactorio.

“Desde 2020 hemos notado un claro incremento en la solicitud de este servicio; de hecho, podemos asegurar que actualmente hemos aumentado en casi un 50% la demanda del servicio de revisión pre-ITV”, afirma Víctor Pardo, Market Manager y Proyectos Taller de Norauto. En algunas compañías como Norauto se pueden encargar incluso de pasar la ITV en lugar del conductor. Un profesional se encarga de su revisión y de esta inspección, incluyendo la entrega y recogida del vehículo en el domicilio.

“Nos preocupa especialmente que casi 5 de cada 10 vehículos no hayan pasado la ITV en el plazo que les corresponde, tal y como recogen los últimos datos de las entidades que se dedican a ello. Nos inquieta que estos vehículos no estén en las mejores condiciones de seguridad. Pasar la ITV es un acto de responsabilidad para tí y el resto de conductores”, afirma Víctor Pardo.

El fallo que más se suelen encontrar los mecánicos cuando realizan las revisiones antes de pasar la ITV son problemas con el alumbrado y señalización: bombillas fundidas, intermitentes que no funcionan, ajuste incorrecto del alumbrado,... Son fallos que pueden ser catalogados como “graves” según qué casos en la ITV. Puede ser causa de calificación técnica desfavorable o negativa cuando se habla, por ejemplo, de una luz que ilumina más alto de lo normal y que puede deslumbrar al resto de conductores.

En segundo lugar, es común la localización de problemas con la suspensión de neumáticos y dirección. También hay un número elevado de problemas con las emisiones, sobrepasando los límites establecidos y, por último, fallos con los frenos. “Para nosotros este último es especialmente preocupante e importante, ya que hablamos de seguridad. Que un vehículo no frene adecuadamente o a tiempo puede desencadenar en un grave accidente de tráfico”, indica Pardo. Todos estos fallos pueden ser motivo suficiente para tener una ITV defectuosa o negativa.

Desde Norauto se recuerda que tener una ITV desfavorable supone que haya que reparar los defectos graves que se han localizado. Se puede llevar el coche al taller para solucionarlos y si la ITV es negativa, el vehículo debe ser remolcado en grúa hasta el taller para su reparación ya que el automóvil no está en condiciones para seguir circulando con seguridad.