El desarrollo del mercado del vehículo eléctrico avanza cada día en su practicidad para el usuario final. La movilidad se está transformando y uno de los avances más significativos es la mejora en la velocidad de carga de los vehículos eléctricos. Gracias a las innovaciones en tecnología de baterías y la infraestructura de carga, ahora es posible recargar estos vehículos en menos de 30 minutos, proporcionando una autonomía suficiente para la mayoría de los desplazamientos diarios.

Según el Informe Global EV Outlook 2023 y 2024 de la Agencia Internacional de Energía (IEA), las estaciones de carga rápida con capacidades de 150 kW y superiores se están volviendo más comunes. Estas estaciones pueden cargar la mayoría de los vehículos eléctricos hasta un 80% en 20-30 minutos. Este tiempo de carga es crucial para los clientes que se plantean la transición a un vehículo eléctrico, ya que reduce significativamente las preocupaciones sobre la autonomía y los tiempos de espera en los viajes largos. Las nuevas baterías no sólo pueden almacenar más energía, sino que también están diseñadas para admitir tasas de carga más altas sin comprometer su seguridad o durabilidad. Este avance es fundamental para hacer que los vehículos eléctricos sean una opción viable para más conductores.

En 2023, la demanda de baterías para vehículos eléctricos aumentó un 40% en comparación con 2022. Este crecimiento está liderado principalmente por Estados Unidos y Europa, que experimentaron un aumento cercano al 50% año tras año, seguidos de cerca por China con un 35%, según el informe citado.

Según esta organización, a nivel global, el 95% del crecimiento en la demanda de baterías está relacionado con el aumento en las ventas de vehículos eléctricos, mientras que el 5% restante proviene del incremento en el tamaño promedio de las baterías debido a la creciente popularidad de los SUVs eléctricos. Este crecimiento sostenido en la demanda subraya la importancia de seguir innovando en la tecnología de baterías para satisfacer las necesidades del mercado.

La capacidad de recargar un vehículo eléctrico en menos de media hora tiene varios beneficios significativos para los consumidores. En primer lugar, reduce el tiempo de inactividad y aumenta la conveniencia de usar un vehículo eléctrico para viajes largos. Además, la mejora en los tiempos de carga ayuda a mitigar la "ansiedad por la autonomía", una de las principales barreras para la adopción de vehículos eléctricos.

Las innovaciones en tecnología de baterías y la expansión de la infraestructura de carga rápida no muestran signos de desaceleración. Se espera que sigan avanzando según más empresas y gobiernos invierten en movilidad eléctrica. Según el informe de la IEA, la capacidad de carga de las estaciones rápidas podría aumentar aún más en los próximos años, permitiendo tiempos de carga más cortos y mayor conveniencia para los usuarios.

Con la reducción en los precios de las baterías y la capacidad de carga rápida, España tiene el potencial de movilizar a un mayor número de ciudadanos que, por renta disponible, hábitos de movilidad y gama de vehículos, pueden adquirir un vehículo electrificado. El abaratamiento de los costes de estos vehículos resulta fundamental para atraer a una base más amplia de compradores.

Faconauto estima que para finales de 2025 se podrían matricular alrededor de 250.000 unidades electrificadas, lo que representaría el 25% de las ventas totales. Este objetivo es más alcanzable gracias a las continuas innovaciones y la disminución en el precio de los turismos, que hacen que los vehículos eléctricos sean cada vez más accesibles y prácticos para los consumidores.