El Instituto Narcís Monturiol de Figueres fue la sede, del 4 al 6 de junio, de la primera edición del campeonato CatsSkills en la modalidad de Tecnología del Vehículo Pesado (Skill 49), una competición de Formación Profesional que ha puesto en valor el talento técnico y la capacidad de los futuros profesionales del sector del vehículo industrial.

El evento, fruto de la colaboración con el Instituto Les Vinyes de Santa Coloma de Gramenet, ha reunido a alumnos de diferentes centros educativos de toda Cataluña, acompañados por sus tutores. Durante tres jornadas, los participantes han realizado pruebas técnicas exigentes con equipos de última generación y han demostrado un alto nivel de competencia y profesionalidad.

Los diez alumnos competidores recibieron un diploma de participación. Los tres primeros clasificados fueron, por este orden, Héctor Soriano Godinho, del Instituto Pere Martell de Tarragona; Daniel Rojas Martínez, del Instituto La Guingueta de Lleida; y Álex Llorente Masmartí, del Instituto Narcís Monturiol de Figueres. El alumno ganador competirá en el SpainSkills estatal, que se celebrará en 2026 en Madrid.

El campeonato ha sido posible gracias al apoyo de la asociación Corve (Cetraa Girona) y de empresas del sector de la automoción, como AD Bosch, Boadella Man Truck&Bus Center, Case Agriculture, Daf, Daimler Truck, Eectude, Finanzauto, Garatge Plana, Grup Eina, IVECO ZFAS, Lluis Pagès, McCormick, New Holland, Radsa, Rectificadora Molar Salleras, Camion Grup SA, Cojali, Jaltest, Terramaq y Texa, que han contribuido con recursos tecnológicos y humanos para hacer realidad esta iniciativa.

Mesa redonda

El campeonato también fue el marco elegido para celebrar, el 4 de junio, una mesa redonda con la participación de representantes de docentes, patrocinadores, organización, empresarios y de Corve, representada por Ernest Plana, quien compartió su visión sobre los retos y oportunidades del sector del vehículo pesado. Además, destacó la necesidad de continuar fortaleciendo los vínculos entre el mundo empresarial y el ámbito educativo para garantizar un futuro laboral sólido para las nuevas generaciones.

Por su parte, el director del Instituto Narcís Monturiol, Albert Masoliver, destacó la importancia de la competición por el centro y también la presencia de empresas y de la asociación Corve y Foeg, así como la buena predisposición de empresarios y técnicos de las marcas a apoyarlas para que sea una realidad. También expresó su “decepción” por la falta de representación institucional de enseñanza gerundense en una competición tan importante en el ámbito autonómico, poniendo de manifiesto que “la situación geográfica de los centros que se encuentran en el extrarradio de las comarcas se sienten un poco desamparados”.

La mesa redonda creó un debate entre los asistentes, del que se extraen las siguientes conclusiones:

• Escuchar a las empresas, ya que son las que pueden aportar información sobre cuál es la formación que esperan de los alumnos.
• Buscar fórmulas que faciliten la difusión de los oficios entre los jóvenes y sus progenitores, para que conozcan el potencial como profesión de futuro tanto por su sostenibilidad como por su crecimiento personal.
• Iniciar la difusión e impulso de la formación profesional desde la etapa primaria. Los niños deben saber qué es un oficio y que es una vía profesional tan digna como la universitaria. Y, posteriormente en la ESO, centrar la orientación en las preferencias de los alumnos, no por su capacidad intelectual. Dejar el cliché de la capacidad intelectual para derivar a los alumnos hacia la formación profesional. El ejercicio de un oficio pasa por tener talento, compromiso y pasión.
• La Administración debe contar con las patronales, ya que son las que representan a los sectores de actividad y conocen las casuísticas y necesidades concretas de cada uno.
• Revisar el modelo de formación dual. En comarcas, las empresas son de dimensiones reducidas y acoger a un alumno menor tiene una carga legal muy importante. Mientras que en los centros los alumnos menores pueden asumir operaciones con riesgo, en las empresas la presión y la legislación les obliga a no permitir muchas de las operaciones necesarias para aprender y sólo pueden ser meros observadores de las tareas profesionales.
• Las prácticas efectivas son muy limitadas. En estos casos, una empresa pequeña no puede destinar a una persona a hacer el seguimiento y acompañamiento continuado del alumno, ya que no pueden destinar un puesto de trabajo a hacer exclusivamente de formador.
• Participación de los fabricantes y los empresarios al facilitar a los formadores el acceso a su información técnica. Las estancias en las empresas son una vía muy necesaria, pero la falta de docentes dificulta poder hacerlo.