La primera escuela industrial de Euskadi, denominada B-Kanpus Bilbao y desarrollada por la factoría de Bridgestone en Bilbao en sus instalaciones de Basauri, persigue preparar a desempleados para trabajar en el sector manufacturero. Este proyecto, que ya se encuentra funcionando desde septiembre, permitirá formar a un centenar de personas en dos convocatorias de cinco meses de duración cada una.

B-Kanpus se caracteriza por combinar la formación presencial en aula, con una de las máquinas, tecnología de realidad virtual para conocer las fases del proceso de fabricación, módulos de simulación a través de maquetas a tamaño real de las máquinas donde practicar las diferentes operaciones activando la memoria muscular, y se completará con formación real aplicada a cada una de ellas. En total, un 20% de formación teórica y un 80% de práctica.

Con esta acción, Bridgestone pretende impulsar el espíritu industrial entre este colectivo, acercándoles su primera experiencia a este mundo y capacitándoles para contar, en el futuro, con profesionales bien cualificados en la industria vasca. Se encuentra abierto a todo tipo de perfiles, de cualquier sector, y el único requisito es ser mayor de edad, tener la ESO y estar inscrito en Lanbide.

Visita del Lehendakari Iñigo Urkullu

Para conocer el proyecto de alta capacitación técnica, el Lehendakari del Gobierno Vasco, Iñigo Urkullu, visitó la planta de Bridgestone, el pasado 3 de noviembre, junto con la vicelehendakari, Idoia Mendia; el diputado general de Vizcaya, Unai Rementeria; la diputada de Promoción Económica, Ainara Basaurko; y el alcalde de Basauri, Asier Iragorri, entre otros cargos institucionales.

En palabras de Iñigo Urkullu, “el sistema de formación para el empleo, el funcionamiento del tejido empresarial, la propia sociedad está experimentando un profundo cambio. Cambio en la pedagogía, la metodología y la tecnología. Cambio en los procesos de organización y producción en las empresas. Cambios en el mercado que, a partir de la pandemia, ha incrementado su dimensión abierta y global. La consecuencia es una creciente exigencia competitiva, también en la formación. Hoy la capacitación de la juventud, de las y los trabajadores, en todas las áreas industriales avanzadas, nos está exigiendo una inversión y esfuerzo creciente”.

Por su parte, Gorka Díez, vicepresidente de Operaciones de Producción de Bridgestone, señaló que “B-Kanpus Bilbao buscar compartir el conocimiento de los mejores procesos productivos, para que los jóvenes y no tan jóvenes, puedan tener herramientas para librar la gran batalla contra el desempleo que tenemos por delante y estamos librando ya. Desde Bridgestone estamos convencidos que esta formación profesional es esencial para que nuestro tejido productivo pueda contar con los mejores trabajadores; y, por otro, porque contribuye eficazmente a que las nuevas generaciones y las actuales puedan cumplir sus legítimas expectativas laborales desde la mejor capacitación técnica y profesional, e incluso optar a trabajar en nuestra compañía”.

Según Sebastien Tranchant, director de Talento de Bridgestone, “B-Kanpus también surgió de nuestra observación sobre el déficit formativo existente en el mundo empresarial, y desde el que no se ha sido capaz de adaptarse a los continuos avances de la educación, sobre todo en lo que se refiere al uso de la tecnología para el aprendizaje. Por ello, optamos por desarrollar un proyecto disruptivo e integrador que hiciese las cosas de manera que trascendiese en una transformación positiva de la sociedad, y que permitiese atraer a los perfiles más diversificados del sector industrial”.

Programa certificado por Lanbide

La formación, dirigida a las secciones de Construcción e Inspección Final, cuenta con dos convocatorias anuales de cinco meses: de septiembre a enero y de febrero a junio. Esta es una especialidad oficial acreditada por Lanbide (Servicio Vasco de Empleo) focalizada en formar a un centenar de aprendices, y donde aquellos que la finalicen pueden tener opciones de obtener un contrato laboral en Bridgestone.

Hasta el momento, la factoría, que cuenta con mil trabajadores de los cuales 705 son operarios de producción, ha invertido 600.000 euros en su primera fase, que se verán incrementados en una segunda cuando se extienda a otros departamentos de producción.

Entre marzo y junio se realizó una prueba piloto con 25 alumnos de FP del módulo profesional de Formación de Centros de Trabajo (FCT), con edades comprendidas entre los 19 y los 40 años, de los cuales el 80% de ellos se encuentran contratados por la compañía.