El RACC ha presentado los resultados de los estudios Green NCAP del primer semestre del año, que han evaluado la eficiencia energética y las emisiones en condiciones reales de circulación de quince modelos de automóviles.

Entre los vehículos analizados, el Volkswagen ID.5, de motor 100% eléctrico, ha sido el que ha obtenido la puntuación más elevada. Ha recibido la máxima valoración (10 puntos sobre 10) en calidad del aire de las emisiones y calificaciones muy altas en eficiencia energética (9,4 puntos) y emisiones de efecto invernadero (9,6), que le han permitido obtener la máxima distinción de cinco estrellas con las que Green NCAP distingue sólo a los modelos ambientalmente más sostenibles. El estudio alaba que, a pesar del peso del modelo (más de 2.100 kilos) causado por el gran volumen de baterías que le proporcionan una autonomía superior a los 500 km en condiciones reales de tráfico, los valores de consumo registrados se sitúan entre los más bajos de los modelos eléctricos analizados por Green NCAP.

También ha alcanzado las cinco estrellas el Nissan Ariya que, gracias a las cero emisiones, ha conseguido la máxima puntuación en calidad del aire (10 sobre 10), mientras que su eficiencia energética ha sido valorada con 9,3 puntos y las bajas emisiones de efecto invernadero han merecido 9,5 puntos de 10 posibles. Green NCAP destaca que la capacidad de la batería medida alcanzó los 89,6 kWh, un valor superior al declarado oficialmente por el fabricante y que, cuando se carga con 11 kW, la eficiencia general de la batería es del 91,6% de la energía extraída de la red eléctrica, lo que representa "el valor más alto medido por Green NCAP hasta ahora".

En la categoría de tres estrellas, el modelo con la puntuación más alta ha sido el BMW 2 Series Coupé, por su índice de aire limpio, con un control muy eficiente de las emisiones de partículas, pero se queda muy por debajo de las exigencias de Green NCAP en el índice de gases de efecto invernadero. Por su parte, el Renault Austral destaca por su sistema de propulsión híbrido, que reduce notablemente el consumo de combustible a pesar de su gran tamaño. Este ahorro hace que también obtenga un índice de gases de efecto invernadero mejor que otros SUV no híbridos de tamaño similar. Además, se han evaluado el Kia Picanto, que demuestra un buen rendimiento de consumo de combustible, y el Opel/Vauxhall Mokka, con un motor diésel que tiene un buen control de emisiones de partículas.

Con dos estrellas y media, Green NCAP ha analizado el Dacia Sandero Stepway y el Mercedes Benz de clase C, en ambos casos con resultados aceptables en cuanto al índice de emisiones en la calidad del aire, pero con puntuaciones bajas en el índice de gases de efecto invernadero que hacen que presenten mucho margen de mejora en su rendimiento.

En esta categoría también está el Volkswagen T-Roc, del que destaca su buena puntuación en emisiones sobre la calidad del aire (7,7 sobre 10), el mejor resultado de Green NCAP para un coche con motor de combustión hasta ahora. Por el contrario, el modelo ha presentado amplio margen de mejora en el índice de gases de efecto invernadero. Lo mismo ocurre con el Volvo XC40, que ha alcanzado un 2,3 de puntuación en este mismo apartado, mientras que en emisiones sobre la calidad del aire ha mostrado un comportamiento muy superior a la media (puntuación de 6,2). Por su parte, el Ford Fiesta ha probado un buen rendimiento de eficiencia energética para un coche de gasolina convencional, aunque requiere mejorar el control de emisiones de contaminantes, especialmente del amoniaco. En el caso del BMW2 Series Active Tourer, la baja puntuación se debe al índice de eficiencia energética, aunque los valores de consumo son, en general, buenos.

El automóvil con una de las puntuaciones más bajas en eficiencia energética de los análisis del primer semestre es el Ford Tourneo Connect, valorado con dos estrellas principalmente por su diseño, que influye directamente en el consumo de combustible y las emisiones de CO2. El Volkswagen Touran también ha recibido una puntuación de dos estrellas para demostrar margen de mejora en el control de partículas y amoníaco, además de suspender también en el índice de gases de efecto invernadero.

Green NCAP también ha evaluado la furgoneta Hyundai Staria que, con un tamaño y peso grandes y un motor diésel, la sitúan en niveles mejorables de eficiencia energética y gases de efecto invernadero con una puntuación global de una estrella.